Los mandalas son utilizados desde tiempos ancestrales en la India y desde allí se propagaron a otras culturas orientales y a los aborígenes de Australia. En la prehistoria, el círculo ya tenía carácter sagrado y se ha repetido con frecuencia en las primeras construcciones del hombre y se encuentra presente actualmente en varias culturas.
Los mandalas están inspirados en la naturaleza, reproduciendo sus simetrías y colores en una estructura con forma de círculo. Es la forma geométrica más perfecta, usada durante milenios para ilustrar la totalidad y la verdad.
- Facilitan el equilibrio.
- Aportan paz y serenidad.
- Contemplarlos favorece una sensación de tranquilidad.
- Ayudan a la concentración.
- Facilitan la atención plena.
- Permiten dejar a un lado los pensamientos y fluir la creatividad.
- La disposición de las figuras transmite una sensación de equilibrio.